El empaque de un producto es la tarjeta de presentación de su marca. Por lo tanto, debe estar diseñado estratégicamente para que los clientes generen un cariño y sea un complemento atractivo al producto comprado.

Además de ser un elemento extremadamente visual, también se encarga de proteger y preservar el producto. Estas propiedades se enfocan en mantener la seguridad del consumidor e interfieren directamente en la elección de algo durante la compra. Como era de esperar, entre productos similares, el consumidor prefiere el que tiene el envase más bonito, práctico y creativo.

Según el estudio de CNI, el 75% de las empresas que invirtieron en diseño registraron un aumento en sus ventas y el 41% también logró reducir sus costos. Por ello, Emepê ha separado dos consejos para utilizar el packaging como estrategia de venta. Verificar:

Atención a los colores - Pensar en los colores que se utilizarán es un paso importante en el desarrollo de los envases. Concéntrese en comprender un poco la psicología de los colores y tome una decisión más clara. Por ejemplo, existen estudios que indican que el color naranja y rojo están asociados a la comida, reflejan el hambre y despiertan el apetito del cliente.

Solo dé pequeños spoilers de productos: Sin embalaje que muestre todo el producto. Lo mejor es dejarle ver solo una parte de lo que hay dentro de la caja. Así, se sentirá seducido y animado a comprar el producto.

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